Nace Fuentes: la excelencia del Atún Rojo
Sumario:
¿Sospechan dónde se halla el líder mundial de la industria del atún rojo? En algún lugar costero de Oriente o del frío Atlántico Norte, o quizás en algún exótico enclave del Pacífico ¿verdad? Error mayúsculo. Esa compañía ilustre y superlativa radica en Cartagena… y su sede mercantil está en un municipio que ni siquiera toca el litoral.
¿Y sabían que el germen de esa empresa remite a un visionario que vendía pescado con un carro y que luego elaboraba salazones primorosos en la cochera de su casa? En ascensión imparable, forjada en la cultura del esfuerzo, la conmovedora trayectoria de la compañía Ricardo Fuentes e Hijos dibuja un relato fascinante.
Somos familia del Atún Rojo
Los hitos en el camino mercantil de su storytelling componen material de sobra para llenar varios documentales. De biología. De cultura empresarial. De modelo de éxito de esos que se enseñan en las escuelas de negocios. Hoy en la cima, pero siempre en constante mejora, la mirada atrás de la compañía delata una España en sepia que luchó duro por abrazar la modernidad y desacomplejarse.
Cuando solo asomaban la cabeza unas pocas grúas en el Mar Menor y los restaurantes no traducían al inglés arroz al caldero, un cartagenero de La Palma se ganaba fama y merecidos duros vendiendo pescado fresco con un carro. Al alba. A viva voz. Tirando de riñones. Por la tarde, lo que no había despachado lo ahogaba en sal de Torrevieja y San Pedro para curarlo al sol de la terraza o en la cochera de casa. Elaboraba con tino salazones de caballa, de bonito, de bacalao, mojama de atún, de lomos de marrajo… Perfeccionó una técnica milenaria como pocos y sentó las bases de una empresa consagrada en cuerpo y alma al océano.
Ese hombre se llamaba Ricardo Fuentes Herrero y medio siglo después sus seis hijos han perpetuado y agigantado su legado. Los derroteros comerciales y mercantiles hablan de una política de esfuerzo y expansión donde la piedra angular es el atún rojo, el codiciado bluefin de interior suculento y anatomía de titán.
Muchos ignoran que los sucesores de aquel visionario gobiernan hoy el timón de la mayor empresa exportadora del planeta si hablamos de este pez escómbrido. No hay otra más superlativa. Ricardo Fuentes e Hijos saca anualmente al mercado 15.000 toneladas de atún rojo, entre el Mediterráneo y el Atlántico, donde suman almadrabas en Marruecos y Barbate, viveros en Cartagena y San Pedro del Pinatar (Murcia), Túnez y Malta. Vende a 12 compañías japonesas, a tres coreanas y a dos chinas.
Nace FUENTES. La marca de El Atún Rojo.
Ahora llega el momento de dar un paso más. Nace el sello Fuentes. A secas. No va más. Solo atún rojo. El atún rojo. Atún rojo fresco y ultracongelado a menos 60 grados centígrados. Atún, que como en los últimos 40 años (curiosamente la edad máxima que puede alcanzar el thunnus thynnus, que así lo bautizó Linneo), seguirá nutriendo los exigentes paladares del Sol Naciente, pero que también aterriza en los grandes templos de la alta restauración, aquí y fuera de nuestras fronteras. Lomo, ventresca, morrillo, facera, parpatana… Una vocación gastronómica de excelencia y esencia, sin atajos y con todo el expertise atesorado.
Nadie como Fuentes conoce mejor el mercado, siempre cambiante y volátil, y la exigencia que supone jugar la gran liga mundial del atún. Éste es su manifiesto fundacional, sustentado en cuatro décadas de memoria, progreso e innovación, y respetando siempre la naturaleza, sus ciclos y tiempos.
Al igual que el atún del Atlántico, que nada permanentemente, Fuentes no descansa. Con una flota de dos barcos cerqueros para capturarlos en el Mare Nostrum -el Panchilleta y el Elorz- y dos barcos congeladores para procesar y transportar -el Princesa de Guasimara y el Paloma Reefer- la compañía está preparada para seguir ensanchando horizontes. Nace pues esta bitácora para levantar acta de esta era con un objetivo diáfano e ilusionante: expandir y brindar conocimiento al gran público del intrincado universo del atún rojo. Este blog, puente de mando, profundizará en la biología y las especies, en las artes de su pesca y la vida a bordo, en su futuro en granjas marinas de acuicultura, en cortes y destinos culinarios, entre otros muchos aspectos.
Y como timonel de este nuevo barco que estrena botadura, Hiroshi Umi y su prosa lejana. Originario de Osaka, pero residente en España, este sensei (sabio) atunero y crítico gastronómico será la figura, el vehículo, el hilo narrativo que desmadejará desde este site el fascinante mundo del kuro maguro. Zarpamos. Bienvenidos a Fuentes.
